Este libro es la reconstrucción amorosa, paciente y detallada de un personaje. A través de éste, es también el recuerdo de la barbarie de una época, de una ciudad, de unos rituales familiares, además de la evocación melancólica de la niñez y la iniciación en el mundo del propio narrador. Está lleno de sonrisas y de amarguras cuenta el placer de vivir pero tambien muestra el rictus de tristeza y rabia que provoca el vil asesinato de este hermoso personaje, que no es otro que el padre del autor.
El olvido que seremos es el título de una novela testimonial del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. Publicado en el año 2006, ha sido uno de los libros más leídos en Colombia e Iberoamérica durante este siglo
.
El título del libro está tomado del primer verso de un soneto inédito de Jorge Luis Borges.
Ya somos el olvido que seremos.
Este poema fue encontrado en el bolsillo de Héctor Abad Gómez, el padre del autor, el día de su asesinato.
Por esta novela autobiográfica, Abad Faciolince ha recibido varios premios internacionales, entre ellos el WOLA-Duke en Derechos Humanos, en Estados Unidos, y ha sido traducido a varios idiomas: Alemán, italiano,francés,holandés, árabe.
Este enriquecedor libro lo acabe de leer hace unas horas y no pude aguantar las ansias de compartirle mi alegría con ustedes (aunque el libro es un poco triste). Deseo que lo lean porque el libro me lleno de muchos sentimentalismo. Para empezar debo decir que el leer este libro ha sido muy enriquecedor y me ha hecho descubrir muchas cosas que en mi país (Colombia) han sucedido y sus etapas en el ámbito político, ya que soy apenas una adolescente no me consta que fueran así los hechos. Ha sido triste y devastador lo que he llegado a leer, porque en los años 70 hasta creo que ahora 2016 (ya que por lo visto todavía hay injusticia) han ocurrido tantas masacres a gente inocente.
Comencemos por partes.
La primera mitad de la obra corresponde a una de las prosas más bellas que haya leído de escritor colombiano, excluyendo por supuesto, a Gabriel García Márquez.
En esta primera parte, Héctor Abad Faciolince narra, más que su biografía, la historia de como la presencia de su padre influyó de manera significativa en sus primeros años. Abad Faciolince narra en primera persona los hechos acontecidos desde su niñez hasta su adolescencia, haciendo un recorrido sumamente interesante por cada uno de los miembros de su familia cercana. Esto además, con una filosofía, evidentemente basada en ciertas posturas de Héctor Abad Gómez (padre del autor), sobre la equidad, la justicia y la prevención, como bases para un país pacífico y sano; muy diferente a la izquierda populachera, revanchista y subdesarrollada que ha coronado en Venezuela y en nuestra
propia capital de la república. Con una izquierda como la plantea el autor en esta sección del libro, que nunca estaría en desacuerdo.
Esta filosofía de Héctor Abad Gomez me ha gustado porque muestra una salida para los conflictos de un país, ya sea hasta en el ámbito mas "insignificante" pero que haría el mayor cambio en la vida cotidiana. Faciolince Gomez estaba de parte de la gente menos favorecidas por el Gobierno y por eso se ganó mis respetos. Lo mejor, es que, aunque da indicio de la oscuridad que sucedería años anteriores, el escritor decide mantener un tono ameno y fresco, en capítulos cortos, con un lenguaje completamente accesible. Sin embargo, al entrar al capítulo treinta y dos (en total son cuarenta y dos capítulos) la novela testimonial de Abad Faciolince da un giro demasiado brusco, y no solamente en la naturaleza de los sucesos que describe el autor, sino, diría yo, hasta en el objetivo mismo de la narración. A partir del mencionado capítulo, y así lo reconoce el autor en sus monólogos internos consignados en páginas posteriores, la narración pasa a ser una diatriba de dolor, con el objetivo de vengar con palabras, la muerte de ese ser maravilloso descrito en la primera parte del libro.
A partir de aquí no voy a contar que viene después, eso seria hacerles spoilers y no soy tan mala para hacer esas atrocidades (aunque se lo haya hecho muchas veces a mi prima, te quiero, no me mates)
Este libro ha sido catalogado como el mejor por la prensa, entre ellas esta "El Tiempo", "Revista Arcadia", "El Heraldo", "El Espectador", entre otros. También fue mencionado por el presidente de Asociación de Profesores de la universidad de Antioquia Carlos Gaviria.
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El título del libro está tomado del primer verso de un soneto inédito de Jorge Luis Borges.
Ya somos el olvido que seremos.
Este poema fue encontrado en el bolsillo de Héctor Abad Gómez, el padre del autor, el día de su asesinato.
Por esta novela autobiográfica, Abad Faciolince ha recibido varios premios internacionales, entre ellos el WOLA-Duke en Derechos Humanos, en Estados Unidos, y ha sido traducido a varios idiomas: Alemán, italiano,francés,holandés, árabe.
Este enriquecedor libro lo acabe de leer hace unas horas y no pude aguantar las ansias de compartirle mi alegría con ustedes (aunque el libro es un poco triste). Deseo que lo lean porque el libro me lleno de muchos sentimentalismo. Para empezar debo decir que el leer este libro ha sido muy enriquecedor y me ha hecho descubrir muchas cosas que en mi país (Colombia) han sucedido y sus etapas en el ámbito político, ya que soy apenas una adolescente no me consta que fueran así los hechos. Ha sido triste y devastador lo que he llegado a leer, porque en los años 70 hasta creo que ahora 2016 (ya que por lo visto todavía hay injusticia) han ocurrido tantas masacres a gente inocente.
Comencemos por partes.
La primera mitad de la obra corresponde a una de las prosas más bellas que haya leído de escritor colombiano, excluyendo por supuesto, a Gabriel García Márquez.
En esta primera parte, Héctor Abad Faciolince narra, más que su biografía, la historia de como la presencia de su padre influyó de manera significativa en sus primeros años. Abad Faciolince narra en primera persona los hechos acontecidos desde su niñez hasta su adolescencia, haciendo un recorrido sumamente interesante por cada uno de los miembros de su familia cercana. Esto además, con una filosofía, evidentemente basada en ciertas posturas de Héctor Abad Gómez (padre del autor), sobre la equidad, la justicia y la prevención, como bases para un país pacífico y sano; muy diferente a la izquierda populachera, revanchista y subdesarrollada que ha coronado en Venezuela y en nuestra
propia capital de la república. Con una izquierda como la plantea el autor en esta sección del libro, que nunca estaría en desacuerdo.
Esta filosofía de Héctor Abad Gomez me ha gustado porque muestra una salida para los conflictos de un país, ya sea hasta en el ámbito mas "insignificante" pero que haría el mayor cambio en la vida cotidiana. Faciolince Gomez estaba de parte de la gente menos favorecidas por el Gobierno y por eso se ganó mis respetos. Lo mejor, es que, aunque da indicio de la oscuridad que sucedería años anteriores, el escritor decide mantener un tono ameno y fresco, en capítulos cortos, con un lenguaje completamente accesible. Sin embargo, al entrar al capítulo treinta y dos (en total son cuarenta y dos capítulos) la novela testimonial de Abad Faciolince da un giro demasiado brusco, y no solamente en la naturaleza de los sucesos que describe el autor, sino, diría yo, hasta en el objetivo mismo de la narración. A partir del mencionado capítulo, y así lo reconoce el autor en sus monólogos internos consignados en páginas posteriores, la narración pasa a ser una diatriba de dolor, con el objetivo de vengar con palabras, la muerte de ese ser maravilloso descrito en la primera parte del libro.
A partir de aquí no voy a contar que viene después, eso seria hacerles spoilers y no soy tan mala para hacer esas atrocidades (aunque se lo haya hecho muchas veces a mi prima, te quiero, no me mates)
Este libro ha sido catalogado como el mejor por la prensa, entre ellas esta "El Tiempo", "Revista Arcadia", "El Heraldo", "El Espectador", entre otros. También fue mencionado por el presidente de Asociación de Profesores de la universidad de Antioquia Carlos Gaviria.
-MaryJ.Mangones.
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